La piedra es un material muy utilizado en la construcción de todo tipo de proyectos inmobiliarios residenciales y también de aquellos destinados a otros usos como puede ser el caso de oficinas o edificios corporativos.
También es común encontrar materiales para decorar espacios exteriores, pero estos no solo brillan por su apariencia, sino que además destacan por cumplir el objetivo deseado: vale decir su funcionalidad. Definitivamente en este grupo se identifica el hormigón texturado con forma de piedra laja, un material que cautiva preferencias.
Y es que cuando se trata de encontrar el material para obtener el suelo perfecto no debe ser un tan una búsqueda tan compleja, producto de la amplitud de alternativas que se tienen para ello.
Las nuevas técnicas de construcción, unidas a la demanda actual de materiales nobles y de calidad, convierten a la piedra laja en un elemento constructivo codiciado por quienes buscan soluciones que brinden elegancia y funcionalidad en sus proyectos o espacios.
Quizá en un comienzo fue el granito pero el mercado se ha abierto y extendido a la piedra laja o piedra pizarra, la cual tradicionalmente se ha empleado para trabajos de mampostería y otros.
Si bien es cierto que no se tiene que ser un experto y conocer todos los materiales existentes, si se puede pedir la mejor asesoría en materia de construcción y la aplicación de hormigón texturado con forma de piedra laja.
Por otra parte, siempre se ha buscado la imitación de materiales naturales producto de su versatilidad y mayor disponibilidad en el mercado de este tipo de pisos pétreos, lo que es mirado como una total innovación en materia constructiva.
Punto aparte, no se debe dejar de aplaudir el hecho de que se está utilizando mucho el conjugar materiales convencionales con imitación de materiales que se pueden encontrar en la naturaleza, como la piedra pizarra.
Una buena combinación
Como siempre, además del material se tiene que tener en cuenta su composición o distribución y por su puesto la iluminación. En esta misma línea, los tonos claros se mezclan con gracia en cualquier fachada o exterior bajo techo, creando sensación de amplitud.
Toda esta conjugación de elementos teóricos y materiales permite un gran resultado estético.
