Además de la durabilidad, la resistencia a los cambio meteorológicos y los bajo costos, la técnica de hormigón impreso tiene otras ventajas que permiten a profesionales o especialistas del diseño incorporar detalles novedosos en espacios modernos o rurales que el adoquín no le da.
Una de esas ventajas está relacionada a la variedad de modelos que ofrece la técnica para intervenir parques, plazas, patios, piscinas, andenes, entre muchos otras. Dichos modelos imitan las características de ciertos materiales como los adoquines, que usualmente suelen ser muchísimo más costosos.
Dentro de los modelos que se pueden imitar están el adoquín (piedra o bloque labrado de forma rectangular) de distintos tipos como el irregular, el urbano y el rústico; la piedra laja (roca plana, lisa y poco gruesa); la piedra pizarra (roca homogénea formada por la unión de arcillas de tonos oscuros); el abanico, que aunque no imita una material específico y como su nombre lo indica tiene la forma de un abanico y finalmente, la ya muy conocida madera.
La versatilidad de todos estos modelos hacen del hormigón impreso o estampado una técnica útil y estéticamente ideal para distintos espacios.